El trabajo con Configuraciones Familiares, se constituye frecuentemente en un Instrumento para la Reconciliación, donde no hay ni buenos ni malos, tan solo personas unidas por unos lazos profundos de amor.
El Trabajo con Configuraciones Familiares, se puede realizar en Talleres de Grupo, en Consulta Individual o con Movimientos Sistémicos:
I.- TALLERES DE GRUPO.
En un taller de Configuraciones Familiares, trabajan todos los participantes en él. Este trabajo se puede hacer de tres maneras diferentes:
Como Cliente: exponiendo un asunto que le preocupe o que quiera solucionar. La configuración se centra en las dinámicas de su Sistema Familiar.
Como Representante: poniéndose al servicio del cliente representando a algún miembro de su familia.
Como Participante: observando y ayudando a contener aquello que va ocurriendo durante el trascurso de la configuración.
Cada facilitador tiene una manera personal y especial de coordinar este trabajo dependiendo de cada caso. Básicamente todos coinciden en unos pasos comunes:
1.- La persona que hace su Configuración (cliente), tras exponer el asunto que le preocupa, elige representantes, entre los participantes al taller, para aquellas personas que integran su familia actual o de origen, incluyendo uno para sí mismo.
2.- Los configura, es decir, los coloca en el espacio relacionándolos unos con otros. Lo único que tienen que hacer los representantes, es moverse o actuar de acuerdo a lo que perciban y/o sientan corporal y/o emocionalmente mientras están en el papel.
3.- A partir de ahí el facilitador acompaña al cliente en el desarrollo de la configuración, orientándose a través de lo que expresan verbal, corporal y emocionalmente los representantes, ayudándose con frases sanadoras y/o con movimientos corporales, buscando una imagen de solución.
4,- Se suele terminar incluyendo al cliente pidiéndole que ocupe su lugar para que participe de esa nueva imagen sanadora.
II.- CONSULTA INDIVIDUAL O DE PAREJA.
No siempre es posible o necesario trabajar los asuntos en grupo. Se puede trabajar con Configuraciones Familiares de forma individualizada (cliente-constelador). Aquí el método es algo diferente y, al igual que en los Talleres de Grupo, varía según el facilitador y las necesidades de cada caso. Se pueden utilizar varias herramientas.
Las más usadas son figuras o muñecos que se usan para configurar el Sistema Familiar. Aquí no podemos contar con la información de los representantes, por lo que el trabajo de percepción del cliente y del facilitador, son fundamentales.
III.- MOVIMIENTOS SISTÉMICOS.
Los Movimientos Sistémicos son una serie de técnicas individuales y/o grupales (entrevistas, utilización de muñecos, uso de representantes, repetición de frases solucionadoras,…) que al ponerlas en práctica, muestran las dinámicas ocultas que a veces actúan en los conflictos y en las situaciones de desorden, dentro de las organizaciones y en las familias.
Los Movimientos Sistémicos no buscan una solución terapéutica, aunque sus efectos suelen ser terapéuticos. Sólo muestran lo que está actuando y que no es visible o consciente para los implicados. Son una herramienta fundamental para la Pedagogía Sistémica (aplicación de los Órdenes del Amor a la Educación), las Configuraciones Organizacionales (aplicación al mundo laboral, empresarial y los equipos de trabajo), en las Instituciones en el campo social, en charlas y conferencias cuando se está mostrando el método con una mirada sistémica,...
Son una herramienta muy útil en Educación porque permiten sacar a la luz asuntos que dificultan las relaciones dentro de los centros educativos, en el ámbito de lo estrictamente profesional, dejando al margen los asuntos personales y familiares.